Problemas de Agresividad o Dominancia en el Perro: Consejos y Tips.

Tener un perro es una gran alegría, pero a veces, pueden desarrollar problemas de comportamiento que pueden causar accidentes y dificultar la relación entre la mascota y los dueños. Uno de los problemas más comunes es la agresividad o la dominancia en tu perro , y esta puede manifestarse de distintas formas.

La agresividad en perros puede clasificarse atendiendo a diferentes criterios. Uno de ellos es hacia quién se dirige esta agresividad. Pueden ser agresivos con los extraños, otros perros, ciclistas, objetos e, incluso, con sus propios compañeros humanos.

Para que tanto tú como tu perro tengáis una relación feliz y sana, en este artículo te daremos algunos consejos sobre cómo abordar estos problemas.

Entender las raíces de la agresividad y la dominancia en los perros

Antes de adentrarnos en las estrategias para abordar los problemas de comportamiento, es esencial entender por qué los perros muestran agresividad o dominancia. Este problema puede deberse a varias causas, como:

Falta de socialización: Cuando un perro no ha estado expuesto a diferentes entornos, personas y mascotas desde una edad temprana, puede volverse temeroso y agresivo. Los perros que no socializan bien durante su etapa de cachorros, suelen tener miedo y volverse agresivos con otros perros o personas.

Este tipo de comportamiento es más frecuente en animales sobreprotegidos, pero también puede darse en ejemplares criados en zonas aisladas o en cachorros que fueron aislados por cualquier circunstancia en su primera etapa de vida.

Trauma: un perro que ha sufrido malos tratos o ha vivido una situación estresante puede desarrollar un comportamiento agresivo o dominante, es común que los perros asocien un estímulo a sus malas experiencias. Cuando este estímulo aparece, pueden actuar de manera reactiva.

Proteccionismo: algunas razas tienen un instinto natural de protección de su propiedad, lo que puede dar lugar a agresiones territoriales, se vuelven agresivos cuando una persona o perro entra en un lugar que considera suyo o de su manada.

Miedo: Si un perro se siente amenazado o percibe un peligro potencial, puede volverse agresivo como mecanismo de defensa. Esto se puede ver cuando se les toca una herida que les duele, por ejemplo. Pero también hay perros excesivamente miedosos que se sienten amenazados por movimientos bruscos, por gritos o porque levantas la mano para lanzar una pelota.

Medidas preventivas para abordar los problemas de agresividad y dominancia en tu perro.

Una de las mejores estrategias para abordar el problema de agresividad ó dominancia en los perros ,es prevenirla. He aquí algunos consejos que te ayudarán a reducir la probabilidad de que se produzcan estos comportamientos.

1. Socialización: expon a tu cachorro a diferentes entornos, rutinas correctas, contacto social, ejercicio físico y mental adecuados, con personas y mascotas, desde una edad temprana para que aprenda a comportarse correctamente en cualquier situación. A la vez que evitar en la medida de lo posible el estímulo que desencadena la agresividad.

2. Adiestramiento: enseña a tu perro a comportarse correctamente en cualquier situación, enséñale órdenes básicas como siéntate, quieto y ven, y utiliza el refuerzo positivo para reforzar los comportamientos deseables. Trabajaremos siempre conjuntamente con nuestro veterinario para determinar si la razón de la agresividad de nuestro perro atiende a un problema orgánico o si es meramente de comportamiento. Instauraremos el tratamiento indicado por él y seguiremos las pautas de un etólogo, que es el profesional que estudia el comportamiento animal, que nos guíe en su terapia de modificación de conducta, en caso de ser necesaria.

3. Esterilización o castración: se ha demostrado que esterilizar o castrar a tu perro reduce su tendencia a mostrar agresividad y dominancia.

Estrategias para tratar la agresividad y la dominancia en tu perro.

Si tu perro ya muestra un comportamiento agresivo o dominante, hay varias cosas que puedes hacer para tratar el problema.

1. Identifica los desencadenantes: identifica las situaciones o estímulos que hacen que tu perro se comporte de forma agresiva o dominante.

2. Evita los desencadenantes: Evita los factores desencadenantes, una vez que hayas identificado lo que desencadena la agresividad de tu perro, evita esas situaciones o estímulos en la medida de lo posible.

3. Utiliza el refuerzo positivo para recompensar el buen comportamiento: cuando tu perro se comporte correctamente, utiliza el refuerzo positivo, como elogios, golosinas o juguetes, para reforzar el comportamiento positivo.

4. Busca ayuda profesional: Si el problema persiste, considera la posibilidad de buscar la ayuda de un profesional, como un adiestrador de perros o un especialista en comportamiento, para que te ayude a resolver el problema.

Conclusión

Tratar los problemas de agresividad de tu perro, puede ser un reto, pero con algo de paciencia y constancia, puede resolverse. Recuerda que la prevención es siempre la mejor estrategia, por lo que la socialización, el adiestramiento y la esterilización o castración pueden ayudar mucho.

Sin embargo, si tu perro ya muestra estos comportamientos, identificar los desencadenantes, evitarlos y utilizar el refuerzo positivo puede ayudar. Si todo lo demás falla, buscar ayuda profesional siempre es una opción. Con estos consejos y estrategias, tu mascota puede convertirse en un miembro feliz y bien educado de tu familia.