Las orejas son una de las zonas más sensibles de los perros , y a la vez, una de las que más se ensucian. Por eso, es importante aprender cómo limpiar las orejas de tu perro, para garantizar su comodidad y también para ayudar a prevenir posibles infecciones de oído y otros problemas de salud.
A veces, limpiarles las orejas a nuestros queridos peludos resulta inevitable. Es importante revisarlas de vez en cuando y tener en cuenta sus cuidados, al igual que revisamos y mantenemos las uñas, los lagrimales de los ojos o los dientes. Un cuidado regular es importante especialmente con perros propensos a padecer otitis. Te desvelamos cómo limpiar las orejas a un perro y cuándo es necesario hacerlo.
¿Por qué es importante la limpieza de oídos?
Los perros tienen un extraordinario sentido del oído, y sus orejas son órganos sensibles que requieren un cuidado adecuado. La limpieza periódica de los oídos ayuda a eliminar la suciedad, los residuos, la cera y el exceso de humedad de los oídos, evitando la acumulación de bacterias y levaduras. No limpiar los oídos de tu amigo peludo puede provocar olores desagradables, picores, dolor e incluso pérdida de audición.
Herramientas que necesitarás
Antes de empezar la limpieza, reúne todas las herramientas necesarias:
- Bolas de algodón o gasas
- Solución limpiadora para oídos de perro
- Pinzas (para eliminar los restos visibles)
- Toalla o pañuelos (para limpiar el exceso de solución)
Guía paso a paso: Cómo limpiar las orejas de tu perro
Paso 1: Prepara a tu perro
Comienza buscando una zona tranquila y cómoda para limpiar las orejas de tu perro. Asegúrate de que tu amigo peludo está tranquilo y relajado antes de empezar. Ten a mano golosinas para recompensar a tu perro por su buen comportamiento durante el proceso de limpieza.
Paso 2: Inspeccionar las orejas
Tómate un momento para inspeccionar visualmente las orejas de tu perro. Busca cualquier enrojecimiento, hinchazón, secreción inusual o signos de malestar. Si observas algo fuera de lo normal, consulta a tu veterinario antes de proceder a la limpieza.
Paso 3: Aplica la solución limpiadora de oídos
Exprime unas gotas de la solución limpiadora de oídos en el conducto auditivo de tu perro. Masajea suavemente la base de la oreja durante unos 30 segundos. Esto ayudará a aflojar cualquier resto de cera o suciedad y permitirá que la solución penetre en el oído.
Paso 4: Limpia el exceso
Utilizando una bola de algodón o una gasa, limpia suavemente el exceso de solución y cualquier suciedad o resto visible del oído externo y del conducto auditivo. Ten cuidado de no introducir la bola de algodón demasiado profundamente en el conducto auditivo, ya que podría causar molestias o lesiones.
Paso 5: Abordar las limpiezas más profundas
Si observas una acumulación importante de cera o restos más profundos en el conducto auditivo, es aconsejable que acudas a tu veterinario. Puede orientarte adecuadamente sobre cómo limpiar los oídos de forma segura y eficaz utilizando herramientas o técnicas especializadas.
Paso 6: Repite el proceso en el otro oído
Una vez que hayas completado el proceso de limpieza de un oído, repite los mismos pasos en el otro. Es importante asegurarse de que ambas orejas se limpian a fondo, aunque una parezca más limpia que la otra.
Paso 7: Recompensa a tu perro
Después de limpiar con éxito ambas orejas, recompensa a tu perro con elogios y golosinas por su cooperación. Este refuerzo positivo ayuda a crear una experiencia agradable para tu amigo peludo, facilitando futuras sesiones de limpieza de oídos.
Consejos para una limpieza de oídos satisfactoria
- Nunca utilices bastoncillos de algodón u otros objetos puntiagudos para limpiar los oídos de tu perro, ya que pueden dañar el conducto auditivo o el tímpano.
- Utiliza únicamente soluciones de limpieza de oídos específicas para perros recomendadas por veterinarios.
- No limpies en exceso los oídos de tu perro. Una vez al mes o según las instrucciones del veterinario suele ser suficiente.
- Inspecciona regularmente los oídos de tu perro para detectar cualquier signo de infección, parásitos o anomalías.